Un manómetro funciona según el principio de equilibrio hidrostático y se utiliza para medir la presión (presión estática) ejercida por un líquido o gas en reposo. El equilibrio hidrostático establece que la presión en cualquier punto de un fluido en reposo es igual y su valor es solo el peso del fluido suprayacente.
En los túneles de viento modernos, los manómetros han sido reemplazados por transductores de presión y pantallas digitales eléctricas para leer presiones y diferencias de presión.