La velocidad mínima del motor se refiere a la velocidad de rotación más baja a la que un motor puede funcionar de manera efectiva mientras sigue produciendo el par necesario y manteniendo el rendimiento. El funcionamiento por debajo de esta velocidad puede provocar problemas como un funcionamiento ineficiente, un aumento de la generación de calor o el estancamiento. La velocidad mínima está influenciada por factores como el diseño del motor, las características de la carga y los requisitos de la aplicación. En aplicaciones como bombas y ventiladores, mantener la velocidad mínima del motor es crucial para lograr los niveles de rendimiento y caudal deseados. Comprender la velocidad mínima del motor ayuda a seleccionar los motores adecuados para tareas específicas y garantizar una eficiencia operativa óptima.