El método más común para medir la tasa de infiltración es mediante una prueba de campo utilizando un infiltrómetro de cilindro o anillo. Infiltrómetro de anillo de 30 cm de diámetro y 60 cm de diámetro. En lugar del cilindro exterior, se podría hacer un dique para evitar el flujo de agua lateral.
La textura del suelo (porcentaje de arena, limo y arcilla) es el principal factor inherente que afecta la infiltración. El agua se mueve más rápidamente a través de los poros grandes del suelo arenoso que a través de los poros pequeños del suelo arcilloso, especialmente si la arcilla está compactada y tiene poca o ninguna estructura o agregación.