Los sólidos se pueden calentar hasta el punto en que las moléculas que mantienen juntas sus enlaces se rompen y forman un líquido. El ejemplo más común es que el hielo sólido se convierte en agua líquida. Este proceso se conoce mejor como fusión o calor de fusión y hace que las moléculas dentro de la sustancia se vuelvan menos organizadas. Cuando una sustancia se convierte de un estado sólido a un estado líquido, el cambio de entalpía (ΔH) es positivo. Sin embargo, si la sustancia se está transformando de un estado líquido a un estado sólido, el cambio de entalpía (ΔH) es negativo.