Los dientes de una rueda dentada son las protuberancias o muescas de la rueda que se acoplan con los eslabones o rodillos de una cadena. Garantizan que la cadena se mueva suavemente y mantenga la tensión adecuada mientras transmite movimiento y fuerza de rotación. El diseño y el espaciado de los dientes son fundamentales para una transmisión de potencia eficiente y para evitar resbalones o saltos.