La velocidad de autolimpieza es la velocidad mínima de flujo necesaria en un sistema de alcantarillado o drenaje para evitar que los sedimentos se asienten y acumulen. Esto garantiza que el sistema permanezca libre de obstrucciones, lo que reduce la necesidad de mantenimiento. La velocidad de autolimpieza depende de factores como el material de la tubería, el diámetro y el tipo de sedimento presente. Mantener esta velocidad es crucial para el funcionamiento eficiente y la longevidad de los sistemas de alcantarillado, ya que ayuda a prevenir obstrucciones y atascos.