El ángulo de incidencia de los rayos solares es el ángulo en el que la luz solar incide sobre la superficie de la Tierra. Varía según la hora del día, la latitud y la estación del año, lo que influye en la intensidad y la distribución de la energía solar. Un ángulo más alto (cercano a los 90 grados) produce más luz solar directa y un mayor calentamiento, mientras que un ángulo más bajo distribuye la luz solar sobre un área más grande, lo que reduce su intensidad. Este ángulo desempeña un papel clave en los patrones climáticos, la eficiencia de los paneles solares y la duración de la luz solar.